C/ San Antonio, s/n
33330 Lastres (Colunga)
Nací en Breceña de Villaviciosa. Tenía 9 años cuando llegó al pueblo la electricidad. Crecí en el seno de una familia numerosa, dedicada a las labores agrícolas. Mi madre y principal maestra cocinaba muy bien y ejercía de mondonguera o preparadora de los embutidos vecinales tras la matanza, en La Vallina, nuestro barrio.
Conocí en una romería a mi marido, Eutimio Busta, y al poco decidimos casarnos y abrir un negocio hostelero. Lo encontramos en el puerto de Lastres y asumimos el riesgo. Apenas teníamos dinero y la renta ascendía a 2.000 pesetas de 1964. Nos salió bien, igual que cuando compramos el actual edificio y realizamos costosas restauraciones. A cambio, trabajamos sin descanso, yo en la cocina y Eutimio pescando por la noche y sirviendo por el día. Además, criamos siete hijos estupendos (Maite, Marta, Aida María, Ana Belén, Rafa, Fátima y María) que siempre nos ayudaron sin dejar de estudiar. Las mayores escogieron diferentes caminos profesionales, mientras María y Rafa van sustituyéndonos poco a poco.