Av. de la Constitución, 35
33670 Moreda de Aller
Natural del pueblo donde vivo y trabajo, e hija de un facultativo de minas (que de la familia minera todos los del concejo allerano formábamos parte de alguna forma), quedé muy pronto sin madre. Aunque falta de tan importante figura, ayudar en casa hizo que me familiarizara con la cocina. Además, mi padre, hombre de gustos refinados, solía llevarme a tapear y comer en terrazas y restaurantes, con lo que amplié variedades y gustos.
Terminé mis estudios y comencé a trabajar como asistente social, y hubiera seguido por este camino si Jorge, mi marido, no hubiera decidido en 1982 añadir sala restaurante a la cafetería que sus padres abrieran años antes, famosa por sus cócteles, vinos y tapas. Al principio, se encargaron de la carta cocineras profesionales, pero yo, recuperando un interés que siempre había sentido, fui gradualmente orientando la línea gastronómica y aficionándome al oficio, hasta que decidí asumir plenas responsabilidades. Y desde entonces, elaboro platos tradicionales con algunos toques innovadores que me proporcionan la satisfacción de una clientela fiel y agradecida.