C/ Conde del Real Agrado, 6
33440 Luanco (Gozón)
Nací en Luanco, donde mis padres tenían una casa de comidas, por lo que me crié en un entorno marcado por la hostelería. Nestor, mi padre, un reconocido profesional de la cocina, me enseñó según marcaba su favorito lema de trabajo: “Crear y poner cariño». Él siempre consideró la cocina más arte que oficio. Curiosamente, antes de ponerme a cocinar, mi principal afición consistía en pintar bodegones y marinas sobre lienzos y platos del restaurante, lo que no dejaba de apuntar lo que sería mi vocación futura.
Fallecido mi padre, mi marido José Ramón y yo nos hicimos cargo del negocio. Trabajé muy duro, puse en práctica todo lo aprendido desde niña y, como principal reconocimiento, coseché una clientela fiel, además de varios reconocimientos y premios.
Ya retirada, Manuel y Rosalía, mis hijos, son la tercera generación, de la que me siento profundamente orgullosa.