Ctra. General Leceñes, 4
33938 Valdesoto (Siero)
Soy casina de Pendones, aunque al emigrar mis padres crecí en Bélgica. Julia, mi madre, cocinera de un rico industrial que ostentaba los cargos de cónsul de Panamá y Guatemala, me instruyó desde pequeña en la profesión que ejerzo y diversos trabajos al lado de importantes chefs de la hostelería francobelga ampliaron y afianzaron esos conocimientos.
Retornados a la Asturias natal, inauguramos el restaurante-cafetería La Fragata en Gijón, donde ya me encargué de los fogones. Luego, cuando abrimos el hotel La Lastra de Campo de Caso, hice lo mismo y, por último, tras pasar por el Club Social de Soto de Llanera, decidí con Juan Luis, mi marido, que había heredado de su abuela Telva una casa en Valdesoto de Siero, antiguo bar y confitería, abrir ese espacio propio y personal que casi todos los profesionales terminamos deseando y necesitando. Y estamos encantados elaborando una cocina asturiana con toques europeos, como corresponde a la formación que recibí y viendo crecer fuertes y sanos a nuestros cinco hijos en este precioso entorno de aldea. La mayor, con la que comparto páginas y también experiencias, ambas Guisanderas, por lógica de edad, yo más clásica y ella más vanguardista sin perder nunca de vista las raíces de Caso, Siero y Asturias, ya es una cocinera reconocida de la que me enorgullezco, no obstante la dureza de la profesión elegida. Pero la vocación es la mejor razón.