C. Carpio, 19
33009 Oviedo
Sin antecedentes familiares en la profesión, me gustaba el oficio y busqué enseguida acomodo colaborando desde los 15 años en Infiesto en el célebre restaurante Tamanaco, ya cerrado, donde aprendí el oficio de forma concienzuda en las intensas preparaciones que tuve que hacer para los numerosos banquetes y bodas que se sirvieron en el prestigioso local piloñés. Recuerdo como me obligaban a cortar la lechuga para las ensaladas con tijeras casi dándole forma a cada trocito.
Conocí a mi marido Jose en la parrilla Monteviejo en La Manjoya, ambos trabajando en sala y a partir de entonces se unieron nuestras vidas. Después pasamos a la parrilla Escamplero donde Jose fue jefe de sala y yo jefa de cocina.
Aquel negocio, entonces daba muchísimos servicios y teníamos una situación muy acomodada, pero nos picó el gusanillo de hacernos empresarios y buscamos un negocio en Oviedo donde poder emprender un proyecto en propiedad y así llegó en el año 2000, casi de carambola, la posibilidad de abrir el Fartuquín en el local que tras un año de actividad adquirimos.
Aquí, con Jose en sala y yo en la cocina, hemos podido desplegar todas nuestras ideas que pasan por una comida sencilla, tradicional, hecha con gusto, con mimo, con tiempo y, muy importante, con productos de proveedores de confianza y de la máxima calidad. Este es el camino y no otro para poder tener éxito.