C/ Puerto de Tarna, 11
33011 Oviedo
Soy una Guisandera de Cerdeña, la única nacida fuera de la Piel de Toro. ¿Y esto? Porque llevo mucho tiempo cocinando en asturiano sin renunciar (solo faltaría) a las raíces propias, uniendo y reuniendo con acierto y dominio los sabores mediterráneos y cantábricos.
Soy hija de ganadero, con mi familia animándome a otra ocupación menos esclava que los fogones. Estudié en la universidad y vine a Oviedo de prácticas.
En Oviedo ya llevaba años trabajando Joaquín, moscón de Villamín de Salcedo, aldea ahora casi deshabitada donde, antes de que él naciera, sus abuelos regían la tienda bar que ofreció al pueblo, por disponer del único televisor, la llegada del hombre a la luna. Huérfano de padre muy pronto, y con tres hermanos, buscó trabajo y lo encontró de aprendiz de camarero en el legendario Marchica. Después de la muerte de Ramón, los mejores del equipo pasaron para el Palacio de Congresos. Yo conocí a Joaquín en ese lugar. Volví a mi isla acabadas las prácticas, pero tiempo después me ofrecieron un contrato por el recuerdo de mis cualidades, por lo que retorné y así surgió el noviazgo, el matrimonio y el deseo de crear algo juntos que ha salido muy asturiano y muy sardo, lo mejor de cada casa.